Diario íntimo de Thomas O´Mailley (la historia de un gato común europeo)

Marzo de 2007.

JAJAJA, lo que había escrito alguna vez, al final pasó!! Anoche el gordo roncaba, a full como siempre, y yo dormía al lado, bien enroscadito sobre el cubrecama para que no se despierte, porque cada vez que me encuentra me empuja al piso, y si yo insisto, me revolea para el lado de la puerta. Pero, parece que se quiso dar vuelta mientras dormía, sin darse cuenta que estaba yo, y obviamente los noventa y pico que debe pesar me empezaron a aplastar tanto, pero tanto que en cuestión de instantes le clave las unas en la espalda, y claro… se dió vuelta tan rápido para el otro lado que terminó en el piso jajaja. Después fueron unos instantes en que jugamos al coyote y al correcaminos en plena madrugada y la verdad que me divertí mucho, sobre todo cuando se golpeó el dedo del pie con la pata de una silla y empezó a decir cosas raras que nunca había escuchado jajajaja
Yo le digo: -¡A vos, gordito… empezá a cuidarte, ya te encontré la vuelta!- jajaja